Por unanimidad, salió adelante en la Cámara de Diputados la reforma que establece la obligación de las autoridades de los tres niveles de gobierno para tomar medidas que prohíban la distribución gratuita y la venta de bebidas azucaradas y alimentos envasados de alto contenido calórico a niñas, niños y adolescentes en las escuelas de educación básica públicas y privadas del país.
En sesión semipresencial, con 492 votos, el pleno avaló los cambios a la fracción VIII del artículo 50 de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes y que procede de un dictamen que se venía trabajando desde la anterior legislatura, a propuesta de Verónica Juárez y Claudia Domínguez.
La presidenta de la Comisión de la Niñez, Ana Lilia Herrera Anzaldo (PRI), detalló en la tribuna que la prohibición incluye la venta a través de distribuidores automáticos o máquinas expendedoras de los citados productos al interior de dichas instituciones.
La diputada comentó que datos de la Facultad de Medicina de la UNAM indican que 38% de las niñas, niños y adolescentes en edad escolar presentan obesidad, “una enfermedad mucho más perjudicial en la actual contingencia sanitaria, pues siete de cada 10 defunciones por covid-19 son derivadas de alguna enfermedad relacionada con el sobrepeso o la obesidad”.
También fijó postura la diputada Rocío Banquells, quien recordó que la
preocupación de la excoordinadora de la bancada perredista, Verónica Juárez, fue la de impulsar acciones ante las problemáticas de salud de la infancia mexicana derivadas del sobrepeso.
Se refirió la perredista a los datos más actuales del Inegi: en 2020, 22% de niñas y niños con menos de cinco años estaban en riesgo de padecer sobrepeso. “De la infancia de cinco a 11 años, 18% tiene sobrepeso y esta situación va en aumento conforme aumenta la edad, pues 21% de los niños, adolescentes y jóvenes de 12 a 19 años, y el 27% de las niñas, adolescentes y jóvenes de la misma edad presenta sobrepeso”, enumeró.
La diputada Banquells destacó que esa situación tiene efectos preocupantes, ya que se ha estimado que en México 6%, 28% y 62% de los casos de cáncer, diabetes y enfermedades cardiovasculares, respectivamente, son atribuibles a factores de riesgo dietético, como baja ingesta de frutas, vegetales, leche y alimentos de mar, así como por el incremento de la ingesta de carnes rojas, carnes procesadas y bebidas azucaradas.
La perredista consideró que la reforma permitirá construir mecanismos de prevención de enfermedades y garantizar el derecho de la niñez y la adolescencia mexicana a un desarrollo adecuado.
