Según la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) la pandemia del COVID-19 se encuentra entre las 10 catástrofes más importantes del sector asegurador, situada en la sexta posición entre los sismos de 1985 y 2017.
Hasta la fecha, las aseguradoras han pagado más de 850 millones de dólares entre hospitalizaciones y fallecimientos por COVID-19.
Al respecto, la empresa asesora de seguros de vida INTERprotección, señala que en el 2020 hubo un incremento de adquisición de seguros de gastos médicos mayores en un 20 por ciento, mucho mayor en comparación a años previos a la pandemia. Aun así solo el 8 por ciento de la población mexicana cuenta con un Seguro de Gastos Médicos Mayores.
Entre los datos que dio a conocer, están que una prueba COVID-19 puede costar de entre 950 a 4,500 pesos. Una consulta médica general de entre 500 a 2,000 pesos. Una consulta con especialista de este 1,000 a 3,500 pesos.
Mientras que en caso de estar padeciendo COVID-19, los medicamentos y el oxígeno para una larga convalecencia alcanzan hasta los 30 mil pesos. Una hospitalización en caso de no tener posibilidad de acceder a un sanatorio público puede costar hasta 405 mil pesos.