El líder de la Revolución Islámica de Irán, Ali Jamenei, aseguró que quienes asesinaron al comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución iraní (IRGC), el general Qasem Soleimani, se enfrentan a una “dura venganza”.
En un comunicado publicado por medios oficiales persas, el ayatolá Jamenei culpó a la “gente más cruel de la tierra” del asesinato del “honorable” comandante que “luchó valientemente durante años contra los males y los bandidos del mundo”.
“Su muerte no detendrá su misión, pero los criminales que han manchado sus manos con la sangre del general Soleimani y de otros mártires en el ataque del jueves por la noche deben esperar una dura venganza”, agregó el líder.
Las milicias chiíes iraquíes Multitud Popular denunciaron ayer que su vicepresidente, Abu Mahdi al Mohandes, y Qasem Soleimani murieron en un bombardeo estadounidense contra el vehículo en el que viajaban en Bagdad.
La Multitud Popular aseguró que el vehículo fue blanco de un ataque aéreo en la carretera del aeropuerto internacional.
Por otra parte, una fuente del aeropuerto de Bagdad confirmó a Efe el deceso de Al Mohandes en un ataque que tuvo lugar cerca de esas instalaciones a las afueras de la capital, que dejó dos vehículos calcinados. Según la fuente, que pidió el anonimato, otras siete personas perecieron, incluidas dos de nacionalidad iraní.
El general Soleimani era el encargado de las operaciones fuera de Irán de los Guardianes de la Revolución y había estado presente sobre el terreno en Siria y en Irak, supervisando a las milicias respaldadas por Teherán en ambos países árabes.