«¡Cinco, cuatro, tres, dos, uno!» y el inmenso árbol de Navidad nacional se iluminó el miércoles con brillantes colores después de que el presidente Joe Biden celebró una tradición estadounidense de un siglo de antigüedad al encabezar la ceremonia de encendido cerca de la Casa Blanca.
El presidente, acompañado de la primera dama Jill Biden y el maestro de ceremonias LL Cool J, encabezaron a una festiva multitud que soportó la lluvia y el frío para dar la cuenta regresiva antes de que se iluminara el árbol.
Biden pronunció un breve discurso sobre la unidad y la promesa nacional y, mientras Jill Biden lanzaba un beso, concluyó: «De la familia Biden para todos ustedes: ¡Feliz Navidad, Estados Unidos!»
La tradición se remonta a 1923, cuando el entonces presidente Calvin Coolidge caminó desde la Casa Blanca al parque La Elipse para encender los 2.500 focos de color rojo, blanco y verde de un abeto de 14,6 metros (48 pies), acompañado de la música de un cuarteto de la Banda de la Marina de Estados Unidos y un coro local. La ceremonia de encendido se ha realizado año tras año, atrayendo a una multitud a Washington, con pocas excepciones durante épocas de guerra o tragedias nacionales.
El actual abeto blanco de 8,2 metros (27 pies) fue plantado apenas el año pasado.
La vicepresidenta Kamala Harris y su esposo Doug Emhoff acompañaron a los Biden a presenciar algunos de los actos musicales de la velada.
En 2020, debido a preocupaciones de salud relacionadas con la pandemia de COVID-19, la ceremonia de encendido no tuvo público en vivo. Después del asesinato del presidente John F. Kennedy perpetrado el 22 de noviembre de 1963, el mandatario Lyndon B. Johnson aplazó la ceremonia hasta unos días antes de Navidad debido al periodo de luto nacional de 30 días. Además, la tradición se puso en pausa entre 1941 y 1945 a causa de la Segunda Guerra Mundial.