El duelo de perder un hijo es una de las experiencias más tristes y traumáticas para cualquier mujer que haya tenido la desfortuna de vivir este periodo, sea una pérdida gestacional, perinatal y neonatal, el dolor ante el hecho de desprenderse de un angelito que está formándose o ya lo hizo dentro del vientre es un duelo que por desgracia no se puede vivir.
Según la legisladora Mariana Nasser, La Ley Olivia tiene el propósito de brindar una atención multidisciplinaria a las madres, padres y familias que han pasado por una muerte gestacional y perinatal, porque, generalmente, es un duelo silencioso, del que poco se habla o del que se prefiere no hablar, ya que se piensa, erróneamente, que esa es la mejor manera de apoyar.
En esta ley qué está ya en proceso de aprobación y que sin duda ayudará a quienes experimentan este dolor tan grande plantea siete derechos mínimos y no limitativos:
I.- Recibir una atención digna, humana, profesional y respetuosa por parte del personal de salud, incluyendo al personal auxiliar, técnico y administrativo, en todo momento de la estancia hospitalaria.
II.- Recibir información veraz, clara, oportuna y comprensible, sobre las causas de la muerte, los derechos que se tienen en caso de muerte fetal y perinatal, así como recibir orientación respecto a las opciones de acercamiento a grupos y/o redes de apoyo con experiencia en duelo fetal y perinatal.
III.- En la medida de lo posible, permanecer en un espacio independiente de donde se encuentren otras madres con sus bebés nacidos vivos.
IV.- Recibir atención de contención emocional, orientación psicosocial y tanatológica, durante el proceso de duelo por muerte fetal y perinatal en todo momento de la estancia hospitalaria, incluyendo el periodo de lactancia.
V.- Conservar recuerdos de su hija o hijo.
VI.- En los casos de muerte fetal y perinatal, así como en los casos donde el personal de salud informe a la madre y padre que a su hijo o hija le queda poco tiempo de vida, poder despedirse en compañía de su familia, rendir un homenaje privado, abrazar, tocar, vestir, tomar fotografías, videos, hacer videollamadas o cualquier otro medio de registro electrónico, y de esta forma puedan despedirse de la manera que cada uno elija.
