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Puestos de mariscos y pesca generan malos olores en Mazatlán

En Mazatlán, la pesca de diferentes especies es una de las principales actividades económicas, sin embargo, también se enfrentan serios desafíos como los malos olores en las zonas de pesca y las áreas de comercialización y embarcaderos, como el área de las Changueras, el Embarcadero de la isla de la Piedra y Playa Norte.

Los olores pueden causar molestias, afectar la imagen turística, pero también la calidad de vida y la salud de las personas que viven en las zonas aledañas.

Las tradicionales vendedoras de camarón conocidas como «Las Changueras» ubicadas sobre la avenida Aquiles Serdán, en el Centro de la ciudad, ofertan mariscos en un lugar donde el olor está impregnado y el cual se percibe a varias cuadras de distancia, pues desde hace más de 40 años la zona alberga a este grupo de 24 mujeres que venden camarón y otro tipo de mariscos.Doña Carmen López, vecina de la calle Teniente Azueta, comenta que duró muchos años para acostumbrarse a vivir con ese olor, ya que cuando llegó a vivir a esa zona sufría de constantes dolores de cabeza.

En el caso del embarcadero de la Isla de la Piedra, es un lugar transitado pues cientos de locales y turistas que cruzan diariamente en lancha. Además, ahí se encuentra el mercado de pescados y mariscos del Embarcadero de la Isla de la Piedra, con 60 puestos que son atendidos por más de 200 trabajadores, entre vendedores y quienes se dedican a la limpieza de las diferentes especies.

Los turistas son los que principalmente se quejan de los malos olores en esa zona, a pesar de los esfuerzos de las personas que limpian el pescado por mantener sin desechos esa área.

Para el ambientalista Ángel García Contreras no se tendrían que confundir las tradiciones con los malos olores, porque finalmente es algo desagradable.

Recordó que en el caso de «Las Changueras», hace algunos años se puso una medida para que lavaran diario con un líquido especial. El problema de ese tipo de residuos es que tiene una gran concentración de bacterias eso hace que genere esos olores tan desagradables y aunque se lave con agua, cloro y jabón es prácticamente imposible quitarlos, al contrario, con el paso del tiempo se adhieren y se vuelven permanentes.

«Se tienen un sin fin de productos, técnicas para que se pudiera lavar periódicamente con ese tipo de desinfectante que permita dar un buen aspecto en esa área y eso obviamente es un problema sanitario, ambiental, de imagen turística y calidad de vida para los habitantes aledaños», comentó.

García Contreras agregó que en el caso de Playa Norte, una zona de atraque para los pescadores artesanales y comercialización del producto en el Malecón de Mazatlán, los olores persisten, aunque han mejorado un poco, ahí la ventaja es que hay más playas y son absorbidos rápidamente, sube la marea y hay menos efectos.

Consideró necesario que las autoridades competentes tomen cartas en el asunto y más que como medida coercitiva sea como parte de un proceso de un mejor servicio y mejor calidad de producto.

La contaminación por malos olores puede afectar la salud de las personas expuestas. Los síntomas comunes incluyen dolores de cabeza, insomnio, náuseas, vómitos, problemas respiratorios y cambios en el estado de ánimo.

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