Productores ganaderos de Chihuahua tomaron la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) para exigir apoyos emergentes por la sequía que mató cerca de 30 por ciento de sus animales.
Agremiados a la Unión Ganadera Regional de Chihuahua (UGRCH) y a la Unión Campesina Democrática señalan que la sequía y la falta de alimento provocó la pérdida de 20 mil cabezas de ganado, 15 mil para exportación, por lo que tomaron las oficinas de la dependencia federan en las que exhibieron los cadáveres de algunas reses como parte de su protesta.
De acuerdo a las mediciones realizadas por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) el estado de Chihuahua enfrenta afectación por la sequía en todo el territorio estatal, pero en 35 municipios se ha focalizado la sequía excepcional, que es el grado más grave.
Desde el 2023 el estado de Chihuahua afronta su peor sequía de las últimas cuatro décadas, al acumular entre junio y agosto solamente 103 milímetros de lluvia, que son por mucho las menores precipitaciones pluviales desde 1985, según el registro histórico de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Jesús Emiliano García, líder de la Unión Campesina Democrática, detalló que están pidiendo auxilio ante la sequía excepcional y extrema que afecta a Chihuahua, dado que la mortandad de animales crece.
Los productores exigen a la federación que aporten recursos para atender la emergencia, tal y como lo hace el gobierno del estado con una inversión de alrededor de 100 millones de pesos en insumos, los productores también están aportando 60 millones de pesos. La exigencia es que el gobierno federal empate el recurso a fin de mitigar los efectos de la sequía, que se amplíen los programas de apoyo a la ganadería y a la agricultura a fin de garantizar forrajes para el ganado.
Mencionaron que requieren de apoyo para el combate a los incendios forestales, que se registran, algunos muy cerca de la zona habitacional, como los registrados en las comunidades de Temosachic y Guerrero, en la región serrana del estado.
Las condiciones climáticas y el incremento de la sequía afectan la producción del ganado y de la carne, pues se requiere de pasto y dinero para aumentar el hato ganadero, pues especialistas del estado pronostican que la sequía continuará hasta 2026.