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Fuga en toma clandestina de Tonalá provoca evacuación de más de 2 mil personas

Suman ya 2 mil 100 personas evacuadas de los municipios de El Salto, Zapotlanejo, Juanacatlán y Tonalá, debido a la fuga de gasolina en una toma clandestina que se registra desde las 5:30 de la mañana en el poblado de Puente Grande, en Tonalá, Jalisco.

El comandante regional de la Unidad Estatal de Protección Civil y Bomberos, Manuel Martínez, informó que siguen trabajando junto con personal de Seguridad Física de Pemex para tratar de hacer taponamientos y controlar la fuga.

“Ya tenemos una fuente, una fuga bastante, con mucha presión, bastante fuerza, que está a más de 12 metros; los equipos están entrando para ahogarla y sofocar y poder hacer los taponamientos”, explicó.

Señaló que la prioridad número uno era la evacuación de más de dos mil personas en los cuatro municipios para llevarlos a una zona más segura.

Asimismo, dijo que junto con Pemex, la Comisión Federal de Electricidad (CFE), dependencias federales, estatales y municipales están coordinando la estrategia para el control de la fuga.

Por su parte, el director operativo de la misma dependencia, Osvaldo Martinez, indicó que el personal de la CFE ya realizó cortes al suministro de energía para evitar cualquier riesgo de accidente.

La Unidad Estatal de Protección Civil y Bomberos instaló el puesto de mando en la calle de Juárez al cruce con Girasol, del poblado de Puente Grande, en donde se están analizando las diferentes estrategias para tratar de controlar la fuga.

Nube de vapores se extendió
La mayoría de las viviendas se encuentran solas desde que los pobladores comenzaron a salir para ir con sus familiares.

Desde las 5:30 comenzaron a percibir los fuertes olores a combustible e hicieron los reportes al 911. Poco después llegaron las autoridades, quienes tras confirmar que se trataba de una fuga de gasolina comenzaron a alertar a todos los vecinos.

“Llegaron los bomberos y nos dijeron que nos saliéramos de las casas porque había una fuga de combustible. No llevamos a los niños a la escuela, salimos de la casa”, dijo Consuelo Vargas, de 34 años.

Los pocos vecinos que caminaban en las calles lo hacían con cubrebocas para tratar de mitigar un poco el intenso olor a combustible provocado por la nube de vapores que avanzó a 3.5 kilómetros a la redonda.

“A mí me comenzó a doler mucho la cabeza, los ojos y hasta el estómago. Incluso no pude desayunar porque comencé a vomitar”, explicó la señora Alicia Márquez de 60 años de edad.