La economía mexicana seguirá creciendo durante 2024 por impulso de la relocalización, así como por la inversión publica en obras de infraestructura, no obstante por ser un año electoral se prevén sesgos, mientras que la preocupación por la inflación aún persistirá, debido al alza en los costos de los servicios, indicaron expertos.
Al participar en el Seminario de Perspectivas Económicas 2024 del ITAM, Alejandrina Salcedo, directora general de Investigación Económica del Banco de México (BdeM) recordó que esa institución estima un crecimiento del producto interno bruto (PIB) de 3 por ciento, el cual se daría después de un avance de 3.3 por ciento estimado para 2023.
“Con esto, tendríamos dos años consecutivos de crecimiento para México, que estarían robustos, que estarían por arriba del promedio histórico de crecimiento para nuestro país y hay que ponerlos en la perspectiva de todavía la recuperación después del choque de la pandemia”, dijo.
Tras destacar que el incremento de la inversión pública relacionada con los proyectos de infraestructura seguirán contribuyendo para el crecimiento económico de la economía del país, Salcedo comentó que la demanda externa, la demanda interna y la demanda interna pública seguirán aportando.
“Para 2024 tenemos esta postura fiscal que va a mantener este crecimiento, este gasto interno más dinámico y también vemos que siendo un año electoral y como es usual en los años electorales, el crecimiento podría estar más sesgado hacia la primera mitad del año que relativo a la segunda mitad del año”, dijo.
No obstante, dijo que el BdeM observa factores de riesgo para este pronóstico de crecimiento, sobre todo proveniente de lo que pueda pasar con la economía estadounidense, mientras que el riesgo al alza se relaciona con la contribución de la relocalización.
Ernesto Revilla, Economista en Jefe para América Latina para Citigroup, comentó que prevén un crecimiento de la economía mexicana de 2.2 por ciento para este año, más abajo que el consenso es cercano al promedio, aunque si crece más se explicaría como una continuación del momento de 2023, el cual ha causado sorpresa sobre todo la demanda agregada el consumo y la inversión.
Apuntó que 2024 es un año en el que la economía mexicana tiene algo muy distinto de los primeros cuatro años de gobierno de esta administración, pues hay “una expansión fiscal enorme” y “por cualquier razón el sentimiento de la inversión ya es mejor, ya sea por el nearshoring, ya sea porque se acaba la administración o cualquier otra cosa.
Carlos Capistrán, Economista en Jefe para México y Canadá en Bank of America, comentó que sólo esperan un avance del PIB de México de 2 por ciento, pero resaltó que por ser año electoral, se espera una “cruda electoral en esteroides” por más gasto fiscal antes de los comicios, lo cual genera mayor crecimiento, pero después habrá “una caída fiscal, muy importante que se puede prolongar hacia 2025”.
Persistencia inflacionaria
Salcedo comentó que el BdeM prevé que la inflación termine en 3.5 por ciento hacia el cuarto trimestre de 2024, con lo que se acercaría a su objetivo que es de 3 por ciento, mas un punto hacia arriba o hacia abajo, pero acotó que no se debe perder de vista que la pandemia del covid y luego la guerra en Ucrania ocasionaron “choques profundos, generalizados, duraderos, que realmente generaron un panorama muy muy complicado para para la inflación”.
Recordó que la inflación llegó hasta 8.7 por ciento en agosto del 2022 y en en el proceso desinflacionrio en diciembre de 2023 fue de 4.66 por ciento. Comentó que las cifras indican el “camino importante por recorrer”, pues están por arriba de la meta que tiene el banco central.
“Pasamos de una fase de desinflación complicada a una fase de desinflación que trae otros retos, para decir pues todavía el panorama sigue siendo muy complicado”, dijo.
Recordemos que el banco de México incrementó la tasa en 15 ocasiones consecutivas, 725 puntos base para llevar la tasa a 11.25 en marzo pasado, nivel que ha mantenido desde entonces por la preocupación de mantener las expectativas de inflación bien ancladas y que permitir la fase de desinflación.
No obstante, tanto Salcedo, como Capistrán y Revilla, comentaron que hay preocupación por la parte de servicios, luego de que el componente relacionado con bienes ha disminuido.
“Tenemos todavía la preocupación de que los inflación de servicios, todavía no muestran un punto de inflexión”, dijo la funcionaria.
Anotó que los bienes como los servicios se vieron afectados por los choques, pero hubo una demanda fuerte por bienes ocasionó que los costos se traspasaran, mientras que la demanda de servicios no lo permitía en ese momento, lo que ocasionó un rezago.
Capistran comentó que el componente no subyacente, la parte más volátil la parte de frutas y verduras la parte de energía, pondrá presiones a la inflación por la sequía y los problemas en el Mar Rojo.
Citigroup consideró que la inflación aún estará en 4.3 por ciento este año. “La verdad incómoda es que 2024 va a ser el quinto año que no llegamos a la meta de inflación y no solo eso iremos el promedio de 2001 empezó el régimen de objetivos de inflación a 2023 el promedio de la inflación general 4.2 y el problema promedio de la inflación suficientes 4.5, 4.6 entonces, en pocas palabras, la economía de México es una economía de inflación de 4 por ciento”, dijo.
