La británica Ghislaine Maxwell permanecerá al menos un año en prisión por las acusaciones a las que se enfrenta de ayudar al difunto magnate financiero Jeffrey Epstein en una trama de abuso sexual a menores, puesto que una jueza de Nueva York le denegó este martes la libertad bajo fianza mientras la acusación y la defensa preparan el juicio, que comenzará el 12 de julio de 2021. A la jueza Alison Nathan, del Distrito Sur de Nueva York, le preocupa que, de ser liberada, Maxwell trate de huir de EE.UU. antes del juicio, dada la gravedad de los cargos a los que se enfrenta. La togada considera que la acusada podría recurrir a la fortuna familiar de la que dispone y a los importantes contactos que tiene por todo el mundo, a lo que se suman sus tres nacionalidades: estadounidense, británica y francesa.
La togada tampoco consideró suficientemente importante el riesgo de contraer COVID-19 en el centro de detención de Brooklyn en el que se encuentra, ya que sus abogados no han expuesto ninguna enfermedad preexistente que pueda poner en peligro la vida de la acusada. Y es que Maxwell fue detenida el pasado 2 de julio en New Hampshire (EE.UU.), en una propiedad de 630 mil metros cuadrados que había sido comprada en efectivo el pasado diciembre a través de una empresa anónima, aunque ella arguye que no se estaba escondiendo de las autoridades sino de la prensa y el público después del escándalo que generó el caso Epstein. Maxwell compareció en la vista de forma remota a través de una videoconferencia e intervino solo en un puñado de ocasiones en las que afirmó educadamente entender los procedimientos del día y su derecho a comunicarse con su abogado, mientras que apenas reaccionó a la decisión de la jueza.