El operativo oficial para evitar la exposición del exdirector de Pemex Emilio Lozoya continuó, luego de que, de manera discreta para no ser visto, el testigo colaborador de la FGR fuera dado de alta del hospital donde estuvo internado 15 días y se le concediera, debido a la pandemia por Covid-19, firmar vía correo electrónico el libro de procesados. El jueves se le colocó un brazalete electrónico para mantenerlo vigilado vía satelital, entregó su pasaporte y visas, y el sábado firmó por primera vez la hoja de procesados para mantener el beneficio de la libertad condicional.
Tiene la obligación de ir los días 1 y 15 de cada mes para cumplir con las medidas cautelares dictadas por los jueces que lo procesaron por lavado de dinero, cohecho y asociación delictuosa en las casos Agro Nitrogenados y Odebrecht. Sin embargo, está en marcha el plazo de seis meses que los juzgadores otorgaron a la Fiscalía General de la República (FGR) para fortalecer sus indagatorias, así como formular la imputación y que Lozoya Austin colabore en revelar por quién o quiénes fue “sistemáticamente intimidado, presionado, instrumentalizado” en la compra irregular de la planta Agro Nitrogenados y para recibir sobornos de la constructora brasileña Odebrecht.