Emilio Lozoya Austin podría ser extraditado a México pronto, pues aceptó su regreso a territorio nacional para presuntamente colaborar en el esclarecimiento de los hechos, cosa que haría a través de pruebas como supuestas grabaciones que incriminarían a los posibles verdaderos culpables. Sin embargo, Lozoya Austin tiene en sus manos lo necesario para demostrar con esas grabaciones que únicamente fue utilizado como “un instrumento no doloso de la comisión del delito”.
Además, que las grabaciones audiovisuales puede probar el método que utilizaron para la aprobación de la Reforma Energética impulsada en el gobierno de Enrique Peña Nieto. Esto podría poner en la mirada de las autoridades tanto al entonces presidente como a su gabinete, senadores y diputados. Dicho método justificaría la adquisición de las plantas de Fertinal y Agro Nitrogenados a sobreprecios por Pemex, mismas que se hicieron con el objetivo de cumplir con los beneficios de dicha reforma en cuestión de producción de fertilizantes. Dentro de las mencionadas grabaciones podrían quedar expuestos los sobornos que se hicieron alrededor de la llamada Reforma Energética, pero también la verdad tras los contratos con Odebrecht. De acuerdo con Santiago Nieto, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), si las pruebas entregadas por Lozoya Austin apuntan a funcionarios de mayor rango jerárquico, el ex titular de Pemex podría librar una condena en la prisión.
