El tratamiento temprano con plasma de convaleciente ha demostrado ser una alternativa de tratamiento para pacientes graves y muy graves de COVID-19 y así frenar su mortalidad, según un protocolo realizado en el Hospital General de Hermosillo, Sonora. Este tratamiento, según explicó el doctor Luis Villela, quien lideró la investigación, está basado en la aplicación de plasma administrado en dosis fraccionadas a pacientes que desarrollaron COVID-19 de manera grave o muy grave. Hasta ahora, ha beneficiado a por lo menos 11 pacientes graves que se recuperaron.
El plasma de convaleciente refiere a ciertas sustancias extraídas de la sangre que pueden emplearse en algunos tratamientos médicos. Este tipo de plasma también está probando su utilidad en casos de coronavirus, detalló el experto, y se extrae de personas que han tenido COVID-19 y son asintomáticos o poco asintomáticos, pero que se les detectó la presencia del virus a través de la prueba molecular Reacción en Cadena de la Polimerasa y generaron anticuerpos. Señaló que después de 30 días de padecer la enfermedad, se ha visto que el cuerpo humano puede generar anticuerpos que “desactivan” al virus y por ello este tratamiento está mostrando entre 83 y 84 por ciento de efectividad en casos graves. Recordó que el plasma contiene proteínas que funcionan como anticuerpos, a estas proteínas se les llama inmunoglobulinas y su función es controlar la inflamación que provoca la infección por SARS-CoV-2 a través de otras proteínas “que se adhieren a los virus y provocan que se mueran y no afecten a otras células”. Con este proceso, dijo, lo que se ha logrado es disminuir la carga viral dentro del cuerpo y por lo tanto, bajar la infección y la inflamación a nivel pulmonar siendo esta la segunda forma en la que actúa el plasma convaleciente.