Una ola de sismos de baja intensidad se han registrado desde las últimas horas principalmente en la costa de Guerrero, lo que ha despertado temores sobre un posible sismo de gran magnitud.
Tan sólo en la madrugada de este viernes, el Servicio Sismológico Nacional (SSN) registró un total de tres temblores que han mantenido en alerta a los habitantes de Guerrero.
El primero de ellos tuvo una magnitud de 5.2, el segundo de 4.4 y el tercero de 3.8; todos ellos tuvieron su epicentro al sur del municipio de Coyuca de Benítez, pero también llegaron a sentirse en Acapulco, Costa Grande, Centro y Tierra Caliente en diferentes intensidades.
Por fortuna, ninguno de los sismos ameritó la activación de la Alerta Sísmica y tampoco se reportaron daños materiales ni víctimas.
Ante los temores que han despertado estos temblores, Alberto López Venegas, investigador de la Red Sísmica de Puerto Rico, recordó que existen cinco placas tectónicas que interactúan en México.
Se trata de las placas del Caribe, del Pacífico, Rivera, Cocos, y Norteamérica, de las cuales la de Cocos y Rivera registran la mayor cantidad de sismos.
La razón de lo anterior es que ambas placas se sitúan bajo la placa Norteamericana, la cual abarca casi todo el país.
Como ejemplo de lo anterior, el especialista explica que la isla de Puerto Rico se encuentra sobre la placa de Norteamérica y del Caribe, donde en días recientes se han registrado más de 1800 eventos sísmicos, entre ellos algunos de gran magnitud.
Y es que el país caribeño se ha visto afectado por un fenómeno que llaman «secuencia sísmica», que se conforma por un sismo principal que es sucedido por una serie de réplicas de menor magnitud, explicó el investigador a BBC.
Cabe mencionar que las réplicas pueden prolongarse durante años o décadas, como es el caso de Puerto Rico tras su potente sismo de magnitud 6.4.
Otro caso es el de Michoacán, donde el SSN registró más de mil 80 sismos, principalmente en Uruapan, tan sólo del 4 al 29 de enero. Sin embargo, las autoridades municipales y estatales han descartado que haya riesgo inminente.
Al respecto, investigadores de la Universidad Politécnica de Cataluña, en España, explicaron que esta intensa actividad se debe a la subducción de la placa de Cocos, que se sitúa debajo del municipio michoacano de Lázaro Cárdenas.
En el caso de la Ciudad de México, existen características peculiares en su subsuelo, dado que no es uniforme. Esto provoca que las ondas sísmicas se amplíen o se amortiguen, motivo por el que llegan a percibirse en algunas de sus zonas los temblores registrados en estados vecinos.