Al asegurar que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) es apartidista y apolítica, su titular, David Colmenares Páramo, se comprometió a cesar a cualquier funcionario que por sus intereses personales viole el mandato constitucional de esa institución.
Afirmó ante los legisladores que ya están colaborando en la investigación que la Unidad de Evaluación y Control de la Cámara realiza en torno a denuncias por presunto conflicto de interés en el que habrían incurrido responsables de revisar el ejercicio de los recursos públicos.
Ése fue el mensaje del funcionario en la comparecencia ante la Comisión de Vigilancia de la Cámara de Diputados, encuentro que inició con la notificación a los legisladores de que no participaría el auditor especial Agustín Caso que tuvo a su cargo la controvertida revisión de los gastos de deuda del aeropuerto de Texcoco, porque se separó de éste, en tanto se sigue la investigación de las cifras.
Colmenares Páramo se comprometió a esclarecer las discrepancias que se dieron entre el Informe de la Cuenta Pública de 2019 sobre los pasivos de la cancelación de esa obra y los números que el gobierno maneja.
Esas previsiones, en su versión original, generaron inconformidad en el presidente López Obrador. Posteriormente, el auditor especial del caso, ahora separado de su cargo, asumió mediante un comunicado que había errores.
Dijo que la ASF es un organismo al servicio del pueblo: “Que quede claro que no hay ningún tipo ni de presiones ni de mala fe”.