El ataque a la embajada de Estados Unidos en Bagdad que dejó a una persona herida y causó daños materiales la noche del domingo fue perpetrado con morteros, y no con cohetes katyusha como reportó en un inicio el personal diplomático y el ejército en un comunicado, aclaró el lunes un alto comandante militar estadounidense.
El general Frank McKenzie, un alto comandante para Medio Oriente, dijo a los reporteros que viajaban con él que el ataque con morteros provocó un incendio que fue apagado. Dijo que ningún miembro del ejército de Estados Unidos resultó herido pero que un ciudadano estadounidense sufrió una herida menor, aunque ya volvió a su trabajo.
Dos miembros del personal de la embajada de Estados Unidos en Bagdad, que hablaron bajo condición de anonimato debido a que no estaban autorizados a informar a la prensa, dijeron inicialmente que habían sido cohetes los que impactaron un restaurante ubicado dentro del complejo. Un comunicado del ejército señalaba que cinco cohetes habían caído dentro de la Zona Verde de Bagdad.
El primer ministro Adel Abdul-Mahdi recibió una llamada telefónica del secretario de Estado de Estados Unidos Mike Pompeo en la que se condenó el ataque a la embajada y se discutieron medidas para fortalecer a las fuerzas iraquíes responsables de resguardar las misiones diplomáticas, así como la implementación de procedimientos para evitar ataques similares, según un comunicado difundido por la oficina del premier.
Pompeo dijo que el ataque fue un intento de desviar la atención de la represión del gobierno contra manifestantes, de acuerdo con un comunicado del portavoz del Departamento de Estado Morgan Ortagusand.
Nadie se adjudicó la responsabilidad del ataque. Pero Estados Unidos ha acusado a milicias respaldadas por Irán de atacar bases militares que alojan misiones diplomáticas y estadounidenses.