Salvador Ramos pudo buscar “que les pusieran más atención a los pequeños” al perpetrar un tiroteo en una escuela primaria de Uvalde, Texas, señaló su madre.
Tras la masacre en la que murieron 19 niños y dos maestras, y en la que el joven de 18 años fue abatido, la señora Adriana Reyes fue acogida por una iglesia.
La madre del autor del tiroteo dijo desconocer las razones que llevaron a Salvador a perpetrar la masacre.
«Él tenía sus razones… Que les pusieran más atención a los pequeños”, comentó.
Previamente Adriana Reyes aseguró que su hijo no era una persona violenta, si bien reconoció que era solitario.
«Mi hijo no era una persona violenta. Estoy sorprendida por lo que hizo. Rezo por esas familias; estoy orando por todos esos niños inocentes”, señaló.
A estas declaraciones se sumaron las de Rolando Reyes, abuelo de Salvador, quien negó conocer que este había comprado dos rifles de asalto AR-15 tras cumplir 18 años.
El abuelo sentenció que de saber de las armas lo habría notificado.
Mientras tanto la abuela de Salvador, Celia González, se recupera en el hospital de los ocho disparos que recibió del joven.
A la entrada de la escuela Robb Elementary fueron colocadas 19 cruces blancas con los nombres de los niños que murieron, quienes en su mayoría tenían 10 años.
