El príncipe William, de 38 años, segundo en la línea sucesoria al trono británico, se sumó el viernes al boicot a las redes sociales lanzado por los clubes ingleses de fútbol en protesta contra los insultos racistas sufridos por varios jugadores.
El sábado pasado los clubes ingleses de fútbol anunciaron un apagón total en las redes sociales para este fin de semana como protesta contra los insultos racistas de los que son objeto los futbolistas en estas plataformas.
Esta acción se produce «en respuesta a los abusos discriminatorios continuados recibidos en internet por los jugadores y por muchas más personas relacionadas con el fútbol», indicaron los responsables del fútbol inglés en un comunicado conjunto.
Varios jugadores negros que visten la elástica del Manchester United como Anthony Martial y Marcus Rashford, así como Reece James, del Chelsea, fueron objeto de insultos y de ataques en las redes sociales desde que comenzase el año.
El 11 de febrero, en una carta abierta al dirigente de Twitter Jack Dorsey, y al de Facebook, Mark Zuckerberg, los responsables del fútbol inglés apelaron a tomar medidas «por razones de simple decencia humana».
El racismo es un tema especialmente delicado en estos momentos en la familia real británica después de que el hermano menor de William, Harry, de 36 años, y su esposa Meghan Markle, afirmaran que uno de sus miembros -no identificado- había mostrado preocupación por el color de piel de sus futuros hijos, ya que la exactriz estadounidense es mestiza.