«Toda una vida de amor: Angelo Farina, el esposo fiel, habla sobre la trágica historia de Miriam Visintin». En una emotiva entrevista con el diario italiano La Reppublica, Angelo Farina, esposo de Miriam Visintin, quien quedó en estado vegetativo después de un accidente de tráfico en 1991, comparte la conmovedora historia de su amor y dedicación durante más de tres décadas. Aunque Miriam falleció recientemente debido a complicaciones pulmonares, Angelo nunca dejó de estar a su lado.
Él recuerda el fatídico accidente que ocurrió tan solo 16 meses después de su boda en junio de 1990. Miriam, conduciendo su Fiat Panda, tuvo un accidente en Mussolente (Vicenza) que la dejó en estado vegetativo. A pesar de las dificultades y las limitaciones, Angelo decidió quedarse junto a ella, cuidándola durante 31 largos años.
Durante todo ese tiempo, Angelo visitó a Miriam todos los días, excepto durante los dos años de restricciones impuestas por la pandemia. Su esperanza de que Miriam despertara lo impulsó a seguir adelante. Aunque los médicos describían su estado como coma apálico con un 95% de compromiso cerebral, Angelo siempre la consideró su esposa.
En las visitas, Angelo hablaba con Miriam, compartiendo los acontecimientos del día y permaneciendo a su lado durante el almuerzo. Aunque los médicos no detectaban actividad cerebral, Angelo notaba pequeñas señales que indicaban una conexión emocional con su esposa. Miriam ocasionalmente hacía muecas y, en algunas ocasiones, incluso derramaba lágrimas.
Aunque Angelo estuvo solo durante los primeros 12 años, posteriormente conoció a alguien especial que comprendió su situación y lo acompañó con delicadeza, sin nunca oponerse a nada que pudiera preocupar a Miriam. Esta persona también estuvo presente en los últimos días de Miriam.
Cuando se le preguntó sobre el suicidio asistido, Angelo afirmó que nunca hubiera decidido por Miriam, incluso si ella estaba cansada. Respetó su voluntad y mencionó que si hubiera existido un testamento en vida, la situación podría haber sido diferente.
Angelo recuerda con nostalgia el lugar donde se conocieron, la discoteca Kiwi de Mussolente, cerca de su hogar. Estuvieron comprometidos durante cuatro años y luego se casaron. A Miriam le habría gustado tener hijos.
La tragedia que ocurrió en Nochebuena de 1991 marcó un antes y un después en la vida de Angelo y Miriam. A pesar de las dificultades y el sufrimiento, Angelo demostró un amor inquebrantable y una dedicación sin límites hacia su esposa. Ahora, mientras se prepara para el funeral de Miriam, Angelo reflexiona y dice sin dudarlo: «Si volviera, lo haría todo de nuevo».