La fase de sentencia del juicio a Nikolas Cruz, autor confeso de la matanza ocurrida en 2018 en una escuela secundaria de Parkland, se inició con un alegato de la Fiscalía en el que pidió la pena de muerte para el acusado por los asesinatos “atroces y crueles” de 17 personas.
Fue “un horrendo ataque” y planeado con meses de antelación el que perpetró Cruz en la escuela Marjory Stoneman Douglas, en el sur de Florida, como dijo en una corte de Fort Lauderdale ante los miembros del jurado Michael Satz, un veterano fiscal quien fue el encargado del alegato de apertura por parte de la Fiscalía.
Satz hizo un pormenorizado recuento de los hechos, que incluso llevó a algunos asistentes a abandonar la sala visiblemente emocionados.
Afuera de la sala en la que se desarrolló la audiencia había “perros de terapia” para ofrecer confort a los familiares de las víctimas.
En una mesa y con la cabeza gacha, Nikolas Cruz, ahora de 23 años y a quien Satz describió como una persona “fría, calculadora, manipuladora y mortal”, escribía papeles que le pasaba a sus abogados, a quienes por momentos susurraba, sin apenas levantar la vista.
El fiscal alegó que en este caso hay hasta siete factores agravantes que justifican la pena de muerte para Cruz, entre ellos las múltiples víctimas, la crueldad que mostró y la planificación del ataque.
Todos ellos, dijo, se impondrán a los previsibles argumentos de la defensa en torno a la salud mental y emocional del joven, así como la muerte de sus padres.
Otro de esos factores agravantes lo constituye el video en el que el joven alertó tres días antes de que sería el próximo autor de un tiroteo en una escuela y que tenía como objetivo matar a 20 personas armado con un fusil semiautomático AR-15.
“Va a ser un gran evento, y cuando me vean en las noticias sabrán quién soy. Todos ustedes van a morir”, señaló Cruz en ese video que trajo a colación el fiscal durante la audiencia, en la que estuvieron presentes decenas de familiares de las víctimas.
Satz detalló en la audiencia presidida por la magistrada Elizabeth Scherer dónde y cuántos disparos recibieron cada una de las víctimas de ese tiroteo cometidos con “premeditación y alevosía” y en el que también resultaron heridas 17 personas.
En los 7 minutos que duró el ataque, desde que empezó a disparar hasta que depositó el arma en una escalera, Cruz realizó 139 disparos, manifestó el fiscal a los doce miembros del jurado, siete hombres y cinco mujeres.
La defensa, que pide la cadena perpetua para el joven, se eximió de exponer sus argumentos de apertura en la audiencia y pidió hacerlo cuando le toque el momento de presentar su posición, que puede ocurrir en unas semanas.
Comparecieron en la audiencia testigos como la estudiante Danielle Gilbert, quien señaló que en su clase cuatro personas resultaron heridas, una de las cuales falleció por los disparos.
Britanny Sinitch, exalumna de la escuela y que en 2017 empezó a enseñar en dicha secundaria, fue la primera testigo que subió al estrado y recordó que el día de los hechos escribían cartas por el Día de San Valentín cuando fueron interrumpidos por el sonido de los disparos.
La joven, que tenía 22 años el día de la masacre, se quebró en la sala el escuchar la grabación de la llamada que hizo al teléfono de emergencia 911 en medio de los estruendos de los disparos.