Miembros de la Administración de Control de Drogas? (DEA por sus siglas en inglés), encontraron ayer 15 mil pastillas de fentanilo arcoíris empacadas en dos bolsas negras que estaban dentro de una caja de Lego, empresa danesa que fabrica bloques de construcción de juguete.
El hallazgo ocurrió en la parte trasera de un automóvil alquilado alrededor de las 7:00 de la noche en Manhattan, aseguró la agencia, quien complementó que dicha droga procedía de territorio mexicano.
A la par se dio el arresto de Latesha Bush, residente de Trenton, Nueva York, que estaba dentro del vehículo en cuestión.
La detención fue parte del operativo “Una pastilla puede matar” de la DEA, quien ha retirado un aproximado de 36 millones de dosis de fentanilo de las calles de Estados Unidos.
“El fentanilo es la amenaza más importante para nuestra salud pública y nuestra seguridad. En la ciudad de Nueva York hay una sobredosis de drogas cada tres horas. A nivel nacional es cada cinco minutos, 295 al día”, dijo Frank Tarentino, agente especial de la DEA.
La autoridad señaló, además, que el fentanilo es un veneno que se convierte en pesadilla para los padres de familia, sobre todo en esta época del año, ya que Halloween está a la vuelta de la esquina.
«Esto es sólo la punta del iceberg. Cada día tenemos más convulsiones”, lamentó.
Los hallazgos de fentanilo que se han dado últimamente en Estados Unidos han encendido las alarmas de las autoridades, quienes han aceptado que los vendedores ambulantes de narcóticos se han vuelto más creativos al momento de comercializar la droga.
Basta con recordar el hallazgo de 15 mil pastillas escondidas en paquetes de dulces “Skittles and Nerds” en Connecticut ocurrido la semana pasada.
