Los lugareños en Hasanabad viven bajo una amenaza constante. La del glaciar pakistaní Shisper, un río de hielo negro que progresa hasta cuatro metros diarios.
El cambio climático está achicando a la mayoría de los glaciares del mundo, pero una anomalía meteorológica hace que este sea uno de los pocos de la cordillera del Karakórum en crecer.
Cientos de toneladas de hielo y de roca avanzan en el valle a una velocidad al menos diez veces superior a lo normal.
Pero el avance del glaciar Shisper tiene repercusiones más allá del valle: más de la mitad del caudal del gran río Indo depende del derretimiento estacional. Los cambios en el hielo de Pakistán le afectan directamente.
Esto tiene consecuencias para la agricultura así como también para sus relaciones con India, su vecino. Según el Instituto de Recursos Mundiales, estas dos naciones nucleares, que dependen del Indo y sus afluentes, figuran entre los países con mayor riesgo de escasez de agua.
El acceso a este recurso está regulado por un tratado de 1960. Pero Islamabad teme que Nueva Delhi restrinja el flujo, como ha amenazado con hacer varias veces.