El gobierno chino expandió el lunes sus medidas radicales para contener una enfermedad viral al posponer el final de las vacaciones por el Año Nuevo Lunar para mantener a las personas en casa y evitar que siga extendiéndose una epidemia que ha dejado 80 muertos.
A las agencias de viaje se les ordenó cancelar los tours grupales a nivel nacional después de que se emitiera una advertencia de que la capacidad del virus para propagarse estaba aumentando. Hong Kong anunció que prohibirá la entrada de visitantes provenientes de la provincia central de China continental donde surgió el brote.
Las labores de contención cada vez más drásticas comenzaron con la suspensión el 22 de enero de todos los viajes en avión, tren y autobús a Wuhan, una ciudad de 11 millones de personas en el centro de China en donde se detectó el virus por primera vez el mes pasado. El cierre se expandió a un total de 17 ciudades con más de 50 millones de habitantes, por mucho la medida más drástica para controlar una enfermedad que se haya impuesto en la historia de la nación.
El fin de las vacaciones del Año Nuevo Lunar, la temporada de mayores traslados en China, se postergó del viernes al domingo a fin de “reducir de manera efectiva las concentraciones masivas” y “bloquear la propagación de la epidemia”, señaló el Gabinete en un comunicado.
Eso pospondrá, al menos temporalmente, un incremento en los traslados de decenas de millones de personas que vuelven a trabajar después de visitar sus ciudades de origen o sitios turísticos, lo cual podría incrementar el riesgo de que los contagios sigan aumentando.
Las escuelas pospondrán el reinicio de clases hasta nuevo aviso, anunció el Gabinete.