“La disputa por el poder nunca ha sido fácil, sobre todo en un partido que garantiza el triunfo, como lo es Morena”, dice Ana Lilia Rivera, presidenta de la Mesa Directiva del Senado de la República quien busca la reelección como senadora por su estado natal, Tlaxcala.
En entrevista con El Sol de México, advierte que «en la disputa y los jaloneos por el poder, que sin duda existirán en Morena en sus procesos internos necesitamos de unidad y de un partido que escuche a todos y que le dé atención a todos, pero además de liderazgos que incluyan a todos».
Por ello, considera que el gran desafío de Morena de cara a las elecciones del próximo año es, fundamentalmente, “la unidad y liderazgos humildes ante las victorias” para conseguir la mayoría calificada en el Congreso.
Sobre los pendientes en el Senado, señala la necesidad de reformar a los órganos autónomos y que trabajará con quien sea el coordinador de la bancada de Morena en la siguiente legislatura.
¿Cuáles son las expectativas en el Senado para los próximos meses, tomando en cuenta que culminará esta Legislatura y que hay comicios presidenciales en puerta?
Será un año complejo. Si bien buscar acuerdos políticos es difícil, porque siempre hay ponderación de intereses, en estas épocas las posiciones de los grupos parlamentarios se radicalizan, lo que hace que la tribuna se convierta en una trinchera electoral y no en una tribuna donde se debaten los problemas nacionales con visiones plurales. Este periodo está por vencer. Nos quedan aproximadamente cuatro sesiones. Los grandes pendientes siguen siendo los nombramientos, específicamente de los órganos autónomos, como los comisionados del Inai. Tenemos una gran cantidad de asuntos pendientes. Mi propuesta es sacar primero los temas donde hay coincidencias, sobre todo aquellos donde hay votación unánime en las comisiones. Esto ha funcionado perfectamente y en las últimas semanas se han desahogado más de cien dictámenes, como la Ley General de Alimentación Adecuada. Eso quiere decir que logré que la productividad legislativa estuviera por encima de la confrontación.
¿Por qué esa urgencia de reformar a los órganos autónomos?
Para muchos que estamos dentro del proyecto de la Cuarta Transformación los órganos autónomos representan una burocracia muy cara que duplica funciones del Estado y que merece una revisión. No nos negamos a la rendición de cuentas, a la transparencia, lo que nosotros queremos es que también se reformen las instituciones. Si estamos reformando el poder político, ¿por qué negarnos a transformar nuestras instituciones?