Desde el sábado por la mañana, el cuerpo de José Rodrigo Aréchiga Gamboa, el Chino Ántrax, permaneció en la sala del anfiteatro de la Fiscalía General del Estado (FGE), lugar hasta donde fue llevado luego de que lo encontraran “encobijado” junto con los cadáveres de su hermana Ada Jimena N. y Juan Guillermo N., su pareja, en el interior de una camioneta en Ayuné, perteneciente a Culiacán, Sinaloa.
Fuentes allegadas a dicha dependencia revelaron que se debía de tener la certeza de que en realidad se trataba de Aréchiga Gamboa, el Chino Ántrax, que en días pasados escapó de Estados Unidos, donde enfrentaba prisión domiciliaria.
Desde que se dio a conocer que el cuerpo del «Chino Ántrax» sería llevado al Servicio Médico Forense (Semefo), altos mandos de seguridad tomaron la decisión de resguardar las instalaciones ante un posible rescate del cadáver. En esos momentos no se tenía la certeza de que fuera José Rodrigo Aréchiga Gamboa «El Chino Antrax.
La Guardia Nacional, el Ejército Mexicano y la Policía Estatal montaron un cerco de seguridad en la entrada del Complejo de Seguridad.
Día y noche estuvieron atentos, con sus rifles bien cargados.
Por fortuna no surgió una confrontación entre autoridad y presuntos delincuentes. Los vehículos que entraban y salían eran verificados, cuyos conductores también eran interrogados.
Día y noche estuvieron atentos, con sus rifles bien cargados.
Por fortuna no surgió una confrontación entre autoridad y presuntos delincuentes. Los vehículos que entraban y salían eran verificados, cuyos conductores también eran interrogados.