Categories

Most Popular

Desaparecen estudiantes, trabajador de CFE y empresario

Las desapariciones de jóvenes siguen imparables en la zona Bajío de Michoacán, colindante con el estado de Jalisco, donde operan células del Cártel Jalisco Nueva Generación que se disputan entre sí el control del territorio. En 24 horas, dos estudiantes, un trabajador de la Comisión Federal de Electricidad y un empresario aguacatero fueron privados de la libertad y nada se sabe de ellos. Familiares de los desaparecidos pidieron la intervención urgente del gobierno estatal y federal, para localizar a sus familiares, desaparecidos desde el pasado fin de semana. El sábado, Rayan Franco Cárdenas, un trabajador de la CFE, y Luis Fernando González Cárdenas, empresario aguacatero, salieron por la tarde de Los Reyes. Los familiares cuentan que los primos Luis Fernando y Rayan iban rumbo a Zamora a recoger un vehículo que una grúa les había dejado tirado y que ya no quiso arrastrar. Cinthia Bautista, cuanta que vía telefónica, su esposo Rayan le avisó que el operador de la grúa que contrataron les dijo que había bajado el auto cerca del municipio de Zamora. «El de la grúa les mintió, porque la ubicación que les mandó era de Cumuatillo, municipio de Venustiano Carranza. O sea, nada que ver con Zamora», cuestionó. Cinthia recuerda que la última vez que tuvo contacto con su esposo, fue a las 6:24 de la tarde, cuando Rayan le llamó para decirle que ya iba a llegar al sitio. «Me dijo que ya estaba a dos minutos de llegar a la ubicación que les había mandado el de la grúa y fue la última vez que tuve comunicación con él», explicó. Fernanda Mendoza, esposa de Luis, recuerda que cerca de las 6:49 de la tarde, su esposo le mandó un mensaje en el que le decía que ya iban de regreso a Los Reyes. «Pero ya no regresaron y como a las 8:00-8:30, ya nos empezamos a preocupar por ellos. No llegaban y se nos hacía raro, porque ellos siempre avisan si van a algún lado». «Les empezamos a marcar, a mandar mensajes por WhatsApp; veíamos que estaban en línea, pero no contestaban y hasta ahorita no sabemos nada de ellos», narra Fernanda. «Ambas esposas, cuentan que al siguiente día en la mañana se trasladaron a Sahuayo a presentar la denuncia ante la Fiscalía de Michoacán, por desaparición. Exponen que después fueron enviadas al área de combate al secuestro en la ciudad de Morelia, donde las volvieron a mandar a la Fiscalía Regional de Jiquilpan. «Cuando estábamos en Sahuayo, recibimos una llamada en la que nos decían que los tenían secuestrados y que pedían 400 mil pesos por cada uno, para que los liberaran». «Pero fue una llamada de extorsión y cuando llegamos a Morelia lo comprobamos. Desde entonces no sabemos nada de ellos, ni quien los tiene, ni donde los tienen», dicen.