Dos hombres muertos y decenas de turistas aterrados durante horas fue el saldo de un tiroteo entre grupos criminales antagónicos.
Autoridades informaron que un comando irrumpió en la playa que comparten el Hotel Hyatt Ziva Riviera Cancún y el Hotel Azul Beach.
Ante el tiroteo, huéspedes y empleados de los hoteles tuvieron que buscar refugio. Mike Sington, un turista estadunidense, compartió en Twitter videos de personas atemorizadas, resguardadas en sótanos, cuartos y pasillos de los complejos. Describió la situación como aterradora. “Literalmente estoy temblando”, señaló.
De acuerdo con autoridades, hombres armados irrumpieron en la playa que comparten el Hotel Hyatt Ziva Riviera Cancún y el Hotel Azul Beach, en la bahía Petempich, donde mataron a 2 de sus rivales. Ante el tiroteo, los huéspedes y los empleados del hotel tuvieron que buscar refugio.
Tras calificar el ataque como “un golpe fuerte al desarrollo del estado”, el gobernador Carlos Joaquín dio a conocer que el comando llegó a la playa por vía marítima.
Los primeros reportes indicaban que el comando era de al menos 10 hombres, quienes llegaron a bordo de dos camionetas. Seis de ellos se dispersaron cerca de la entrada del hotel para buscar al grupo rival y tras el ataque escaparon en lancha, versión que no fue confirmada. También se manejó que buscaban secuestrar a un huésped.
Uno de los huéspedes, Mike Sington, quien se identifica en su cuenta de Twitter como ejecutivo de la NBC Universal, relató la situación en redes sociales y compartió videos de los turistas atemorizados, resguardados en sótanos, cuartos y pasillos del hotel. Describió la situación como aterradora. “Literalmente estoy temblando”, señaló.
En el material se observa a varios guardias recorrer los pasillos del hotel para asegurarse de que la gente esté a resguardo. Algunos permanecen escondidos detrás de puertas y otros están sentados en el suelo, sin tener noticias de qué es lo que pasaba al exterior. Según su relatoría, las versiones apuntaban a un secuestro o incluso a un ataque terrorista.
Tras varios minutos y descartarse la presencia de sicarios dentro del hotel, los turistas y el personal fueron concentrados en el lobby, donde platicaban o se comunicaban vía celular con otras personas. “Le gente se abraza y llora”, escribió el turista.