El cantante de rock Ozzy Osbourne desató polémica al admitir que durante el confinamiento por COVID-19 ha utilizado un rifle de aire comprimido contra gatos y pájaros que deambulan en el jardín de su casa en Los Ángeles.
El artista de 72 años, que fue diagnosticado con la enfermedad de Parkinson en 2019, admitió en entrevista que disparar le ha ayudado a “mantenerse cuerdo” en la pandemia.
La confesión de Osbourne desató controversia debido a que en enero de 2020 el artista participó en una campaña de PETA, asociación que defiende a los animales, en contra de que les retiren las uñas a los gatos.
“Es una amputación. No ‘manicure‘”, se puede leer en la publicidad compartida por el organismo, en la que se ve al cantante con las puntas de los dedos cortadas.
Osbourne, conocido por ser amante de los perros, le arrancó la cabeza a un murciélago en una presentación musical en 1982, un hecho que también desató polémica.